Llegué a un punto en mi vida en el que mi mapa del mundo ya no me servía. Te levantas una mañana y te das cuenta de que tus hijos son mayores y se han ido, ya no trabajas, no estás casada… Inevitablemente te sobreviene la pregunta: Y ahora, ¿qué? Aunque supongo que no sólo se aplica a la edad, hay muchos momentos en los que la vida puede ponerte en ese punto; cuando te quedas sin trabajo, cuando afrontas una ruptura… Lo de antes ya no vale, y hay que adaptarse a lo nuevo. Lo que ocurre cuando esto te pasa con la edad, es que no se arriesga del mismo modo, no es tan fácil agarrar una maleta y comenzar de nuevo al otro lado del mundo. La aventura ya no es tan atractiva, te lo piensas todo mucho más. Y en este punto estoy ahora. Sé que parecía que te iba a dar el secreto de qué hacer con tu vida cuando tu vida deja de ser la que conocías, pero no lo tengo todavía. Me estoy adaptando a mi nueva yo, en cuanto encuentre la clave te la contaré.
SHROPSHIRE
USA