Empecé a trabajar para el gobierno australiano una vez terminé la universidad. No recuerdo en qué momento exacto me di cuenta de que me había acomodado, estaba atascado y tenía que hacer algo diferente. Me cansé de mi vida, de lo que había hecho con ella, y empecé a viajar por el mundo. Echo de menos el riesgo, la sensación de vivir fuera de la zona de confort. Mi trabajo era cualquier cosa menos arriesgado, y por ello poco a poco todo en mi vida se volvió seguro y confiable. No digo que eso sea malo tampoco, pero necesitaba algo diferente, necesitaba recuperar esa parte de mí que hace locuras. Necesitaba recuperar la pasión por la vida. Y quién sabe, tal vez al final del viaje descubra que lo que en realidad quiero es una vida segura y confiable, pero de lo que sí estoy seguro es que no lo iba a descubrir quedándome allí.
SYDNEY
AUSTRALIA